Como la sombra de un pozo en luto escurridiza la noche
iguala la esencia de tu fugaz silueta
el ciclo de espera lunar hace crecer el óleo de mi develador astuto
contemplando los restos de los cuerpos celestes en el fondo
desde el tope
asomándose
dos raíces que van bajando como brazos
extendiéndose a probar el agua honda de un vertebrado alusinando
he esperado el momento perfecto la hora de la verdadera estancia en tu rostro
tu casa se hace grande
el calabozo de su madre secuestrando su endometriosis
escuchándose uno a uno
dejan pasar el salteado de esporas hacia su exomatriz
aunque lo hubiese sabido antes
ahí no habían animales
excepto en las noches de temblores
y eran algunas veces que aparecían
los carnívoros fueron mermando
antes de incluso dejar la soda atrás
es posible hacer entender a quienes le llegaban cartas por correo
podrían ser más de diez las que me han enviado en toda mi vida
aún no llevo crédito
siguiendo el rastro de los pasos color viento
dejando correr las gotas en diagonal
saliva en la mano
mis dedos cruzando la barba
la sensación del bosque lluvioso
siempre humectado
la casa se hace más grande
las paredes incluyen retortijones nuevos
los pies debajo del techo de su mente
los pelos saliendo con miedo
mutamos en el momento de la fiesta
todo el tiempo
antes del primer toque era más fácil
el agua empozada lleva algún tiempo lista para ser bebida
como marea inerte nadando en tu orilla
entre tu vientre y el mío
un cielo sin estrellas alumbrado por tus ojos
no te vayas
no me voy
me quedaré al borde del jolgorio
extasiado dentro de la mina
de cerca mácula desvaneciendo
una luz crece cegando todos los muros
mientras se asolan
se une la materia en la entraña
la casa ya es demasiado grande
hay que borrar la palabra perfecto
antes hay mucho que hacer