miércoles, 30 de abril de 2014


Guanábana


De nuevo al abrir los ojos su espalda seguía pegada al matre mojado
seguían las cenizas del sueño bajo la almohada
sentía un poco de frío aunque nada se había movido
el vaso de agua volvía a inflamar la madera de la cama
era algo que esperaba desde la mañana anterior
hoy será un día que no olvidará
espera
eso fue lo mismo que pensó no recuerdo cuándo
cuando me rompió antes de dormir y gritar una imagen vacía
invisible fue el deseo en ladridos
el punto de encuentro está encima de su propia coronilla
como varios cuernos o mejor si quiera pensando en organismos sin forma
eso lo ahogaba menos mientras estaba en su casa
de hecho le sirve como sombrero en días de sol
la iluminación de esa primera idea me ciega
y vuelve a ese espacio del que vino
cierra los ojos en la noche blanca
los deseos de no escuchar su mente crecen mientras el fondo de la frisa
fricciona mis piernas dando calor
el calor de la primavera no se compara al de agosto
y el pasado juré que sería el peor
ahora en vez de mirar tanto las nubes
encuentro robles llorando y despidiéndose entre el humo
yo he ofrecido servicios ante los gusanos
y ando buscando recompensas bajo la sombra
bajo la oscura tiniebla que deja de ser tenebrosa cada vez que suda cruzando la avenida
no quiere volver a acostarse
su necesidad gira en torno a las velas que se extinguen
la siguiente se avecina rabiosa
viene a comerse a los niños malos
el primero se lanza sobre sí y come las frutas del despojo
el segundo entre magnetos repele los mosquitos con su semilla

domingo, 6 de abril de 2014

mamá en casa



Aunque la anciana de raíz va causando animoso daño

agudizándose las frecuencias bajo el hastiado rebaño

me procura la hora del baño


subsistiendo en el suelo de cuero su cabello

 va mostrando canas con pasos de cariño ciego por destello

me hace lagrimar un camino nuevo de atropello


admiro su tráquea dañada por gritos de tálamo poquito

su relevo de encierro guardaba el antiguo sofrito

me voy retirando para no ser parte del rito

el gato de una pata que salió a cazar el ratón más quieto

busca su premio y sigue siendo un reconocimiento

una lata de jamón de invierno

clavado unas cuantas veces con piña dulce sereno
al mismo tiempo dolorosamente  recitaba

un odio lejano de entendimiento

su voz exagera la distancia de un recuerdo 

comparando su tierra la hizo sentarse más fea

más vieja
la raquera lanza y con su flecha contra ataca

sus armas resbalan la bamba brava

una niña más sentada de piernas cruzadas 

el sucio en el piso lo huelen los peperos
dice
sus hijos rompiendo sus esferas de cristal soplado

han sido soplados

sus hijos
incapaces de borrarse del mismo cemento

el hogar existe en el casillero de un sueño guardado

la familia se mutila de rocío en rocío

de soplo al oído

de golpe fino
ninguna flor se atreve a mostrarse entera

los pichones están bajo llave en la nevera

rápido la cinta menor pierde coloración de trastera

nadie la corta 

la empieza

la enfrenta

su mundo va creciendo en reversa