martes, 21 de abril de 2015

Maccis: futuro presente




Acabo de llegar vestido con camisa y pantalón largo. Pareciera que llevo la ropa que usé el día anterior. Hay una diferencia en cómo se siente mi cuerpo, ha dejado de ser tierno y se ha compuesto de años más duros, la carne está más dura. Tengo unos cuarentitantos. Digamos cuarenta y dos. Voy caminando por este Río Piedras inmenso que parece no acabar. Está vacío, como si fueran las cinco de la mañana de un domingo de resurrección en el que sólo los perros de la universidad y los gatos realengos pueblan las esquinas y se pasean bajo la luz de postes fundidos, y revolcándose entre las esquinas de orines mezclados de años, aún se saludan cuando llegan a la misma parada. En la esquina un niño de unos diez a doce años. No lo distingo bien de lejos y me acerco. Es el primer ser que encuentro en toda la noche. Lo saludo. Qué tal. Me responde tú no eres de aquí viejo. No sabes dónde estás metido. Déjame contarte. Y con mucha atención se abren todos los orificios de mi cuerpo para absorber la parábola del niño en la esquina de la sombra. Estás en Puerto Rico del futuro. Aquí hay muchas cosas que han cambiado desde que dejamos de usar mahones como los que llevas. Donde estás parado ahora se divide en Maccis, sectores autónomos independientes que separados por murallas buscan su manera de supervivencia sin alguna interacción con los Maccis vecinos. La topografía de la isla completa es como has visto en la noche previa. Parecido, son edificios el terreno entero, no hay espacios verdes. Para ti sería fácil describirlo como un Río Piedras gigante. Todo está deteriorado y sucio, ya la estética no tiene importancia, el lujo ha muerto. Te cuento cómo son las personas dentro de estos marcos de mundo. Aquí las expresiones de emociones, los gestos al hablar, las caricias, el afecto, todo ese tipo de movimientos han sido superados, el único modo de acto que sigue ocurriendo es el baile erótico. Y antes que sigas haciendo gestos con tus ojos de asombro y fruncir el ceño una vez más, te explico que aquí en el futuro, Puerto Rico ha derrocado muchas cosas. El tabú del género se ha olvidado y las personas ahora se mezclan íntimamente con quien sea y lo que sea, lo cual implica que el tabú de la pedofilia, el insesto, el canibalismo, la antropofagia, la homosexualidad, bestialismo y todos los conceptos que existían en tu tiempo, han desaparecido con el viento, hechos una nube y soltados al mar seco, donde no pueden volver a las nubes condensadas para volver a caer sobre las cabezas frías de la gente, ya no están en las mentes de la gente. Las personas ahora visten como seres independientes que ellos mismos crean. Se visten con la basura y lo que encuentren. No hay prejuicios ni juicios ni post juicios. Como ahora la sexualidad es abierta, los lugares de jangueo son puteros estilo burdeles del futuro. Ahí se baila sin demasiada expresión. Existen muchos porque ahora todas las barras y espacios están sexualizados abiertamente, así que la prostitución abunda entre las personas por igual. Por la situación caótica de tanta revolución el negocio de la medicina científica se destruyó y las personas no crecen con advertencias de ningún tipo para la prevención de ninguna enfermedad. Las personas se alimentan más bien de grandes reservas de alcohol y drogas en las noches, sin pensar en consecuencias, ahora sí se vive por segundo. Y eso te tengo que contar. Debes conseguir un trabajo ahora, iremos al burdel futurista más cercano. Y con mucha emoción y el pecho hinchado abracé al niño con mucho amor con mi brazo derecho. Lo apreté cariñosamente y hasta sentí cómo levantaba sus pies del suelo. Sin hacer gesto, el niño pareció soportar mi muestra de afecto y esperó pacientemente a que lo soltara y lo dejara llevarme al putero del que me había hablado. No pensé decirle que no, porque me estaba ayudando grandemente y me estaba guiando en el inmenso túnel negro que formaba parte de mi nuevo resumé, que ahora en blanco con cuaretitantos no podría arreglármelas solo en una isla dividida, y yo con una mente dividida, disuelta entre dos tiempos, y uno ya muerto y desvanecido. A quién le puedo ayudar, a quién le puedo servir para algo. Al regresar sus pies en la tierra comenzó a caminar en una dirección, otra calle, donde me señalaba y decía que estábamos cerca de aquel lugar. Yo lo seguí sin duda y el camino me mostró varios seres que con almas de persona o cadáveres en moción pasaban por mi lado y yo por el de ellos como mimes en el parque que parecen quedarse volando al ritmo de un oído. Aquí es, me dijo el niño y creí notar algún tipo de expresión. En ese momento pensé que por haber estado ya un rato conmigo se le estaban pegando mis costumbres antiguas, mi prístina manera de mover las manos y mis ojos cuando hablo, en ese instante pensé que su emoción había cambiado, como si hubiera escupido en mi cara semen de buenas ganas, buena suerte, hasta de una esperanza que podría resultar en una ayuda para mí. Y me hizo cuestionar su actitud, por qué me ayudaba, hasta de cómo tuve la suerte de encontrarme perdido y darme en la sombra con él. Un deseo grande se apoderaba de mí, unas emociones antiquísimas de amor y ternura salían de mis huecos para querer entregárselas como aquel abrazo en lo oscuro. Y entramos al burdel, yo solo seguía al niño y no miré al escenario. Rápido veo al niño hablando con una draga hermosa y gigante, era muy muy alta y bella. Con plumas violetas en la cabeza y traje de brillo rojo. Me hacen señas para que me una a la conversación. Ella me dice que si quiero el trabajo debo pararme ahí y bailar. Yo le contesté que no puedo hacerlo, no estoy preparado, señalando a mi vestuario caducado por la época. Ella contestó que no importaba, y que si quería el trabajo lo debía hacer como fuera ya. Así que no miré más al niño y a la draga y les di la espalda caminando directamente al escenario donde poco a poco, paso a paso sentía un escalofrío que inundaba mis venas de las piernas, haciéndolas pesadas. Me fui acercando pensando en los shows que he hecho antes, y tratando de convencerme a mí mismo de que será como las otras veces, pero una voz interna que siempre dice la verdad resurgía entre ese mar adentro, y suavemente me decía con franqueza que no, que no sería lo mismo que un puppet show de otra época, en la que todavía habían tanto prejuicios y tabúes y juicios y homosexualidad y deseos y pasiones y emociones y preguntas y hasta no sé cuántos más conceptos ya no estén o estén. Cómo me voy a mover. Llego al centro del escenario donde me volteo para enfrentar mi público y saber más o menos con su apariencia a quién me dirijo, a quién estoy conociendo por primera y posiblemente la última. Para mi sorpresa me encuentro con una mesa redonda inmensa, cual está siendo rodeada y habitada por mis amigos de la actualidad, de la época que vengo. Una buena selección de caras y cuerpos, amigos de los estados del norte, de Canadá, de Londres, de Qatar, de Afganistán, de República Dominicana, de Puerto Rico, mis amigos que nunca podría reunir en una sola mesa para verme bailar, y ahora los encuentro a todos sin haber cambiado un pelo en el futuro, y yo en otro tiempo en este lugar con cuarentitantos, cómo se supone que gane el trabajo. Cómo debo bailar en este tiempo para mis amigos que me miran sin expresión, no como antes, me miran como miran las personas de este futuro. Tienen una pose con sus manos cruzadas bajo sus barbillas y los codos puestos sobre el redondel. Esperan algo de mí, cada uno algo diferente, pero indescifrable por esas caras estoicas y sin expresión. Yo no sé y comienzo a moverme suavemente esperando obtener alguna reacción. Tal vez alguna guía o quizá en este momento pienso que puede ser contagiosa esa reacción como la del niño hace unos minutos, no creo haberlo inventado todo, tenía que haber sido una señal, pensé. Y seguí moviéndome, comenzando con los hombros y dándole un toque sexual a mi entender de siglos pasados. Bailando sexy a mis amigos de infancia. Mis amigos que no me juzgarían en otro tiempo con el bien y mal. Me pregunto si me reconocen de mayor, si por no saber que soy yo no me vayan a dar el trabajo. Pienso que tendré que bailar mejor porque nadie reacciona, ninguno hace gestos, solo me miran y yo me pongo nervioso y lo siento nuevamente en mi pecho, esta vez con contracción y algo de falta de oxigenación. No sé cómo bailar.

sábado, 14 de marzo de 2015

La madre


La madre no consiente el pelo en sus niñas
piensa que deben conseguir un cuerpo y que para 
entender la razón y la urgencia de buscar uno 
licenciado colegiado preparado 
deberán quemar su cabello
de esa manera comenzarán a tener la herramienta necesaria
para que se les permita accionar en el mundo


La madre posee la caquita del mundo
que es indestructible
y carga con toda la pesadez y angustia
de una realidad inevitable
de un meollo de leyes y pacotillas
de mejunjes y enjambres de mentiras
e ideosincracias vacías
pero llenas de vergüenza y falsa simpatía


La madre opta por el grito radical i-racional
conserva su sistema y su idea
cumple con su deber y se justifica
en el valor del tiempo que la acompaña
converge en lo más íntimo de su infancia
la gesta de su versión innovada y corregida
desprende plumas de fuego ante los ojos
de sus crías para que floten entre la ceniza
y la calman las lágrimas de la poesía

La madre es buena escuchando pero mejor ignorando
se indulge con brebajes de molestia corpórea
basura inerte que admira enemiga
corrige los pasos de su herencia
destituye el mundo interior y la iniciativa propia ajena
comparte su pena en negativo para
sumarse entre el llanto y el niño
a los peligros de ancestros vencidos

La madre teme al combate sumiso
pues su batalla en mente ha sido su mismo abismo
su coraza incluye luces brillantes que ciegan
apremian una soltura en cadenas solteras
recalca la pasión del olvido del sentido
anula la fuerza externa mientras crece 
y extiende sus brazos por la cabeza
preguntando de una vez si es incierta
o correcta la manera de contraer su límite matemático

miércoles, 30 de abril de 2014


Guanábana


De nuevo al abrir los ojos su espalda seguía pegada al matre mojado
seguían las cenizas del sueño bajo la almohada
sentía un poco de frío aunque nada se había movido
el vaso de agua volvía a inflamar la madera de la cama
era algo que esperaba desde la mañana anterior
hoy será un día que no olvidará
espera
eso fue lo mismo que pensó no recuerdo cuándo
cuando me rompió antes de dormir y gritar una imagen vacía
invisible fue el deseo en ladridos
el punto de encuentro está encima de su propia coronilla
como varios cuernos o mejor si quiera pensando en organismos sin forma
eso lo ahogaba menos mientras estaba en su casa
de hecho le sirve como sombrero en días de sol
la iluminación de esa primera idea me ciega
y vuelve a ese espacio del que vino
cierra los ojos en la noche blanca
los deseos de no escuchar su mente crecen mientras el fondo de la frisa
fricciona mis piernas dando calor
el calor de la primavera no se compara al de agosto
y el pasado juré que sería el peor
ahora en vez de mirar tanto las nubes
encuentro robles llorando y despidiéndose entre el humo
yo he ofrecido servicios ante los gusanos
y ando buscando recompensas bajo la sombra
bajo la oscura tiniebla que deja de ser tenebrosa cada vez que suda cruzando la avenida
no quiere volver a acostarse
su necesidad gira en torno a las velas que se extinguen
la siguiente se avecina rabiosa
viene a comerse a los niños malos
el primero se lanza sobre sí y come las frutas del despojo
el segundo entre magnetos repele los mosquitos con su semilla

domingo, 6 de abril de 2014

mamá en casa



Aunque la anciana de raíz va causando animoso daño

agudizándose las frecuencias bajo el hastiado rebaño

me procura la hora del baño


subsistiendo en el suelo de cuero su cabello

 va mostrando canas con pasos de cariño ciego por destello

me hace lagrimar un camino nuevo de atropello


admiro su tráquea dañada por gritos de tálamo poquito

su relevo de encierro guardaba el antiguo sofrito

me voy retirando para no ser parte del rito

el gato de una pata que salió a cazar el ratón más quieto

busca su premio y sigue siendo un reconocimiento

una lata de jamón de invierno

clavado unas cuantas veces con piña dulce sereno
al mismo tiempo dolorosamente  recitaba

un odio lejano de entendimiento

su voz exagera la distancia de un recuerdo 

comparando su tierra la hizo sentarse más fea

más vieja
la raquera lanza y con su flecha contra ataca

sus armas resbalan la bamba brava

una niña más sentada de piernas cruzadas 

el sucio en el piso lo huelen los peperos
dice
sus hijos rompiendo sus esferas de cristal soplado

han sido soplados

sus hijos
incapaces de borrarse del mismo cemento

el hogar existe en el casillero de un sueño guardado

la familia se mutila de rocío en rocío

de soplo al oído

de golpe fino
ninguna flor se atreve a mostrarse entera

los pichones están bajo llave en la nevera

rápido la cinta menor pierde coloración de trastera

nadie la corta 

la empieza

la enfrenta

su mundo va creciendo en reversa

lunes, 10 de febrero de 2014



Como la sombra de un pozo en luto escurridiza la noche 
iguala la esencia de tu fugaz silueta

el ciclo de espera lunar hace crecer el óleo de mi develador astuto
contemplando los restos de los cuerpos celestes en el fondo
desde el tope
asomándose
dos raíces que van bajando como brazos
extendiéndose a probar el agua honda de un vertebrado alusinando

he esperado el momento perfecto la hora de la verdadera estancia en tu rostro

tu casa se hace grande

el calabozo de su madre secuestrando su endometriosis
escuchándose uno a uno
dejan pasar el salteado de esporas hacia su exomatriz

aunque lo hubiese sabido antes
ahí no habían animales
  excepto en las noches de temblores
y eran algunas veces que aparecían

los carnívoros fueron mermando
antes de incluso dejar la soda atrás

es posible hacer entender a quienes le llegaban cartas por correo
podrían ser más de diez las que me han enviado en toda mi vida
aún no llevo crédito

siguiendo el rastro de los pasos color viento
dejando correr las gotas en diagonal
saliva en la mano
mis dedos cruzando la barba

la sensación del bosque lluvioso
siempre humectado

la casa se hace más grande

las paredes incluyen retortijones nuevos
los pies debajo del techo de su mente
los pelos saliendo con miedo

mutamos en el momento de la fiesta
todo el tiempo
antes del primer toque era más fácil

el agua empozada lleva algún tiempo lista para ser bebida
como marea inerte nadando en tu orilla
entre tu vientre y el mío
un cielo sin estrellas alumbrado por tus ojos

no te vayas
no me voy
me quedaré al borde del jolgorio
extasiado dentro de la mina

de cerca  mácula desvaneciendo
una luz crece cegando todos los muros
mientras se asolan
se une la materia en la entraña


la casa ya es demasiado grande

hay que borrar la palabra perfecto
antes hay mucho que hacer

martes, 14 de enero de 2014

cartílagos del cielo


Ese tiempo existió
uno que cruzaba la estratósfera que bordeaba su planeta
ya en la luna se había tirado
comprendió que en la noche siempre había habido más misterio
de  repente
la sangre hace buen toque sobre su rostro
le da color
nena no se puede pedir más
la dama china está lista
en ese momento
estaban cayendo cartílagos
unas bestias color violeta oscuro 
llegaron
se asentaron en su ano
entonces
corrieron a comerse los ligamentos que el señor
del sombreo rosita había cocinado
se lo comieron 
a él también
y
las bestias pensaron que no habían aprendido
nada en todo el día festivo
todo se lo había dado el cielo
xuazulutikrotchl pregonaba entre sus enemigas amigas

el regalo e cielo da
un día pa abrir estado
comida en brebaje
encantaos
sabemos ante 
cuchillen piele
sarcófagos en fuego
bohíque caribe
entiendan
sabemos nada
del fuego vienen
sed semilla
calor de odio
podrida
podría
carne

las reacciones de las bestias
confundieron a los hechiceros de la loma
en la colina miraban con ojos de pescado
se reían ante las incógnitas de los animales
esos seres
quienes comen sin abrir la boca
se nutren del miedo de las bestias que corren rápido
antes era diferente
los caminos eran más largos


al despertar me encontré sin lágrimas
llorando
porque me había dado cuenta
de que todo era 
realidad

lunes, 13 de enero de 2014

he intentado antes
        de explicar maneras
hay formas de decir formas de creerse
yo he dicho y hecho ambas
 unas letras símbolos de piezas brotan comiéndose la baba gelatinosa chiclosa gomosa   sabrosa    sarnosa
salió de mi boca
se sentó en mi cuello y subió a  mi espalda como un bebé bonobo
corrimos juntos a gritar que nos habíamos enamorado en un centro comercial
qué anticuada tarde
delante de ellos los platos parecían granos de arena
y comiendo imitaban seres que no eran
existían en las mismas palabras que inventaban
no se entendían
pero nunca llegaron a gritarse
no se estaban amando de verdad
eran células fetales
salían de la misma casa pero no volvieron a ella
había un espacio que pedía que el amar no fuera pedido obligatorio compulsorio mandatorio dictatorio
de uno de los personajes
sino probar que aquel pobre infeliz había errado en su conclusión sobre las uniones
que sí es posible que dos lombrices pasen por el mismo canal al mismo tiempo 
en la misma dirección
escurriéndose haciendo camino en la tierra
depositando larvas
transmutando

al regreso del vuelo el amor se había quedado en la mente como en las palabras
de embuste
llovía
y el calor de la humedad tropical
la isla se volcó sobre su cabeza dejándola mojada
por fuera sudando 
sales en el brillo
diamantes
la sensación hizo retornar el cariño que se juraba vivo
la otra noche no se hablaron
miraba a todas partes pero siempre fallaban los ojos
de uno
de otro
yo callé
es mejor
y las piernas dejaron de girar
todo está pasando
siguen pero yo me invento que pararon
y eso importa aquí que sigo viendo lo que pasa
qué es lo que se ama
eso no es lo que interesa
es el rito
el baile oscuro en las pupilas carbón de olivo
sangre amarilla 
agujas suaves
quedan unos tomates secos
sus regalos los tengo en mi mano cerrada
lavanda
ginepro
salvia
menta
canela